Santa Fe no resistiría una nueva y eventual amenaza que pueda no tener en cuenta la integralidad del sistema hídrico en la región. Los nuevos proyectos de intervención deben ser muy cuidadosos ya que no podemos resistir otro embate de una mirada eminentemente vial.

Ya se han manifestado diversos sectores sobre la resolución de la consultora contratada para el estudio del Puente Santa Fe-Paraná en donde se priorizan tres trazas para profundizar la viabilidad de esta conexión desconociendo en la misma, no solo la postura sostenida por las fuerzas productivas de la región y el Gobierno de la Ciudad, sino la propia historia, la elemental gestión racional de los recursos y la huella que han dejado las posturas de orden vial que se desentendieron del problema hídrico en la zona.

Los tiempos en la ejecución de la Circunvalación Oeste, su terminación inconclusa en el tramo III, la avenida Facundo Zuviría construida sin desagües e inclusive el primer proyecto de la Ruta 1, licitado por el Gobierno de Obeid y la propia Ruta 168; por solo poner ejemplos al corto tiempo prescindieron del impacto hídrico y sus consecuencias para la ciudad y la región. Todos fueron pensados desde la comunicación vial sin comprender el entorno de vulnerabilidad en el cual nos encontramos y con el cual tenemos que convivir.

Si a esto se le agrega una falta de racionalidad en el uso o utilización de la infraestructura existente, las dificultades que generarían nuevos tabicamientos o eventuales endicamientos en el río cuenca arriba, así como la falta de solución a los problemas urbanos en nuestra ciudad, la síntesis es absoluta y evidentemente negativa.

El Estado, sus comunidades, las ciudades, deben pensar su infraestructura a partir de entender las mismas como una solución integral a sus dificultades. Lejos se puede pensar en una inversión millonaria cuando ésta puede agravar las condiciones de vulnerabilidad, no solo en el presente sino en el futuro.

El concepto vial, es solo un punto de vista más en el pensamiento de una obra de alto impacto. Desconocer la mirada de los santafesinos, la planificación acerca de nuestro desarrollo es una mirada absolutamente centralista y lejana de la realidad.

Hoy, la mirada de algunos, se pretende imponer por sobre el consenso y los acuerdos necesarios en este tipo de políticas públicas. Necesitamos un puente que genere las mejores condiciones para la conectividad de ambas ciudades para profundizar el proceso de integración y promover el desarrollo económico y social. Necesitamos una conexión que no agrave nuestras condiciones de vulnerabilidad hídrica no solo en el presente cercano sino en el futuro. Necesitamos un puente en donde los beneficios sean integrales y la inversión se transforme en el desarrollo de toda la región.