Siempre tuve muy presente al Maestro rural. Será por algunas historias contadas por mi viejo o tal vez porque jamás pude crecer y pensar en políticas sin tener en cuenta a la "ruralidad".

Cosas que se van perdiendo en nuestras mentes citadinas, pero que persisten en la realidad. Y ojalá persistieran aún más.

Recuerdo ir a visitar a mi hermano Juan Carlos a una escuela cerca de la ruta 19, más o menos a la altura de San Carlos. El molino y los animales casi convivían en ese entorno en donde se mezclaba la realidad de una casa de familia con un par de aulas. Caminos difíciles para todos y en todos los sentidos.

Ángela Peralta Pino, más conocida como la “Maestra Caracol” era una santafesina, oriunda de Providencia, y enseñó a los hijos de los peones del campo del norte de la provincia desde el vagón de un tren arrastrado por un tractor.

En conmemoración a su dedicación y esfuerzos, hoy se celebra el Día de los Maestros Rurales. Desde 1940, año en que fue designada Directora y maestra de grado, Ángela trabajó en la ruralidad, dejando su huella en nuestra historia local. Enseñó con entrega, pasión, empatía y compromiso, renunció a las comodidades y confort que nos dan las ciudades.

La Maestra Caracol recorrió la provincia entera con su vagón-escuela, asegurándose de que la educación esté presente también en las poblaciones más alejadas, para que ningún niño se quedara sin este derecho fundamental. Su historia nos habla de los esfuerzos que siempre se tuvieron que realizar en los ámbitos de la enseñanza, en los que las desigualdades y diferentes niveles de accesibilidad siempre estuvieron presentes.

Cuando decimos la palabra Educación, debemos pensar en todos sus niveles y también en todos los “rincones” de nuestro territorio. Por ello cuando hablamos del Desafío de #ConvocarnosPorlaEducación entendemos que debemos plantear la permanente necesidad de garantizar la universalidad de la Educación, como herramienta principal y necesaria para lograr la igualdad de oportunidades.

Leonardo Simoniello