29 SEP 2015 / Publicaciones
Carné de conducir para sordos e hipoacúsicos

Compartimos una entrevista con Diario UNO donde se plantean algunas cuestiones tras las nuevas disposiciones nacionales.

Este domingo, Diario UNO reflejó el reclamo de la Asociación de Sordos de Santa Fe (Asorsafe), que denunció los inconvenientes que padecen a la hora de gestionar sus carnés desde que se puso en vigencia el nuevo sistema nacional de licencias de conducir. Las repercusiones en el plano político no se hicieron esperar y tuvieron eco, en primer lugar, en el Concejo Municipal santafesino, que legisló sobre este tema hace ya 15 años.

“En el año 2000 le exigíamos al Ejecutivo que reglamentara la extensión de la licencia para discapacitados sensoriales, sordos e hipoacúsicos, e incluso monoculares; para que todas esas personas no tuvieran que andar peregrinando para que se les otorgue una licencia que, en realidad, nunca estuvo prohibida por la ley nacional de tránsito ni por la ley provincial mediante la cual adhirió Santa Fe”, expresó el actual presidente del cuerpo deliberativo local, Leonardo Simoniello.

“Se trabajó mucho en ese entonces con Asorsafe, entendiendo que no había argumentos para negarles el carné. El problema es ahora en la aplicación de la ley de tránsito con una modificación que incorpora la Agencia Nacional de Seguridad Vial. La ley dice lo mismo que decía en el año 2000, es decir que dejaba abierta para la reglamentación la incorporación, tal como ya se realizaba en Santa Fe”, continuó el edil.

Y explicó cuál es el aspecto formal que genera hoy estos inconvenientes: “La ley fue reglamentada por decreto en 2008, con una disposición que tiene un apartado en un anexo, elaborado por la Agencia Nacional, que plantea que no se admitirán personas con un nivel por debajo de 50 decibeles de audición, de manera que extrañamente avanza sobre los conceptos de la propia ley”. Y continuó: “La ley faculta a la Agencia a dar precisiones sobre aspectos reglamentarios pero, a mi entender, no la faculta para prohibir. Creo que es una atribución que no le corresponde”.

“En el año 2000, a los efectos de adecuar la normativa se decidió que con una adecuación en el vehículo podían conducir. De hecho, se dictó el Decreto 289 de ese año, donde se planteó en varios artículos la necesidad de una oblea, la adecuación de los espejos retrovisores, cosas que se incorporaron luego en la tecnología actual”, detalló Simoniello.

Por último, el presidente del Concejo Municipal lamentó la situación, dado que “se produce esta situación donde algunos pretenden discutir la cuestión de fondo, de si los sordos pueden conducir o no” y siguió: “Esto se peleó muchísimo, es un retroceso. Es un problema de la disposición nacional, a la cual los municipios deben obedecer por la adhesión provincial y donde cualquier médico dará el no apto, porque así lo define el sistema. Al poner «no apto», ya no pueden avanzar”.

“Esto es un problema de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Yo insisto en que no hay elementos para que las personas sordas o hipoacúsicas no puedan manejar, cuando la bocina casi no se usa, la música de los autos está por encima del nivel de audición, y los vehículos vienen con una gran insonorización”, concluyó.

Ayer también el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) de Santa Fe anticipó que intervendrá en la cuestión tras recibir una presentación por parte de la Asociación.


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