Porque cuando había pocos casos de covid y habilitaron la mayoría de los rubros, a ellos no los dejaron abrir. Porque nadie asumió que son servicio esencial para los padres que deben trabajar...
Porque permitieron abrir otros espacios a donde asisten quieren eran sus alumnos, lugares sin ningún tipo de control, mientras los jardines permanecieron cerrados y perdieron a sus niños.
Porque por su cierre se alentó a la apertura de lugares clandestinos e ilegales.
Porque se le pidió claramente al gobierno que entendiera que son parte del sistema educativo por lo que deberían gozar de los mismos derechos, y sin embargo fueron ignorados.
Porque defendieron la profesión del docente de nivel inicial y los puestos de trabajos, y solo recibieron indiferencia.
Hoy, en medio del pico de contagios, solo queda pedir que se rescaten los jardines, para que no dejen de existir estos lugares de cuidados controlados, para que los niños asistan a un lugar seguro.
Por todo ello, apoyamos la ley de rescate de los Jardines Maternales Particulares del diputado Joaquín Blanco, que consiste en generar un préstamo para el sector, que será devuelto en becas para los hijos o hijas de padres que no puedan pagar la cuota del servicio y por tanto no acceden a este ciclo de la educación inicial.
Leonardo Simoniello