Hoy pasaron 49 años del día que Don Arturo Illia fuera despojado del gobierno por un pequeño grupo de militares insurrectos.

 

Así los denominó este hombre que supo llevar con honestidad republicana y virtudes estadistas, el mayor cargo institucional de nuestro país.

 

Fue en ese momento que Don Arturo pronunciaba: "La violencia la acaban de desatar ustedes en la República; yo he predicado en todo el país la concordia entre los argentinos, he asegurado la libertad y ustedes no han querido hacerse eco de mi prédica. El país les recriminará siempre esta usurpación. Con este proceder quitan a la juventud y al futuro de la República la paz, la legalidad, y el bienestar".

 

Argentina sufría otro golpe de Estado. Algunos de los que lo derrocaron, después, se arrepintieron.

 

Hoy el país necesita imperiosamente espejarnos y encontrarnos con figuras, símbolos y valores como los que guiaron a Don Arturo.

 

Como radical, un orgullo; como presidente, un ejemplo.